La paz deseada
La paz deseada pero tan poco vivenciada y reconocida. Se dice que la guerra muestra la falta de paz, la paz interior es la posibilidad a la paz exterior, y también la aparente guerra exterior se podría vivir desde la paz interior, si la paz interior estuviera consolidada. Si exteriormente la guerra o falta de paz, es el provocar destrucción y sufrimiento sin más finalidad que la expresión del odio, o del egoísmo exclusivista para mantener poder y aparente control. La pregunta es ¿se puede experimentar externamente esa guerra y estar “metido” circunstancialmente en ella, viviéndola desde la paz interior?
La verdadera paz interior es el resultado del reconocimiento evidente de Ser, esa presencia presente y trascendente como totalidad de lo que es, todo y nada, que permite, incluye y trasciende toda posibilidad. Tener la conciencia tranquila es no tener pensamientos y emociones identificadas, como alguien separado de…lo otro, con contradicciones, engaños, culpas, etc. en un proceso psicológico y emocional conflictivo. Tener verdaderamente la conciencia tranquila no es solo tener ideales cumplidos, y creerse buena persona, si hay identificación el conflicto en mayor o menor medida está servido o con posibilidad a que surja.
La actividad, los contrastes, los sentimientos, sensaciones, “el corazón latiendo” forman parte, o es inherente a la experiencia del vivir, desear experiencia sin cambios sin sensaciones, o sin actividades, es en sí una incoherencia existencial. La paz esencial es reconocerse en Eso, que no cambia e incluye simultáneamente los cambios o experiencias e intensidades de las mismas. La paz es la posibilidad a la felicidad (si no hay paz donde está verdaderamente la felicidad), como mínimo no tener lucha de pensamientos y emociones para que surjan aspectos de felicidad.
En el sueño profundo la paz es el olvido total, el dejarse ir, o dejarse Ser del todo, en el aparente no Ser. El relajarse y olvidarse del experimentar, progresivamente antes del olvido total se experimentan “estados de paz”, el contraste de mucha actividad física o mental a poca actividad, puede interpretarse como estados de paz. Pero la paz central es nuestra autentica naturaleza, reconocerla es serla, y Ser Paz, posiblemente es diferente a la interpretación de tener estados de paz.
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