El amor es vida
La vida vive en el amor o el amor es vida. Toda afirmación de vida o defensa del vivir es amor. El amor es la base del sentir, el gozo, el placer, la alegría, y la belleza son los aspectos más conocidos como el bien del vivir, que no son más que, Amor.
El amor como la fuerza de resistir, es la ternura en la expresión, es la solidaridad en la relación, es la humildad en la afirmación, es la tolerancia en la limitación, es la solución al odio, es el éxtasis en el sentir, es el posible porque del existir, es la dulce mirada de la compasión, es el latido del “corazón”, es la fuerza original en el despistado egoísmo, es la única posibilidad a la paz y felicidad, es la verdad del compartir, es la entrega, el darse. Inconscientemente muchas veces es la fuerza de todo deseo o querer. El amor es el compañero inevitable de la auténtica sabiduría.
Solo el amor y la comprensión favorecen el perdón y la desculpavilización. El dolor y el sufrimiento (una intensidad del sentir) que son un bien existencial como indicadores de des-armonía, pueden llevar a la ira, al odio, a la erróneamente entendida maldad, y solo el discernimiento de la verdad del amor diluye ese sentir. Reconocer que constantemente hay una posibilidad para el bien y que simultáneamente todo está bien, es vivir la auténtica aceptación (no conformidad) en la vida, el amor, el Ser. El amor es la conciencia de unidad, en la experiencia de la multiplicidad.
Cuando crees que te ha tocado la peor parte
Cuando el agradecimiento de que la vida no me haga vivir todo el dolor o sufrimiento que pueda aguantar, no es suficiente, y creo que me ha tocado la peor parte de la historia. Cuando la comparación de situaciones peores a la mía, compensa momentáneamente el sufrimiento. Cuando la obsesión en ser el más desgraciado, solo se detiene, en una máxima de dolor, o sufrimiento. Cuando no se aprende discerniendo, si no sufriendo. Cuando la plenitud de la sencillez del ahora, queda relegada por la fuerza de la identificación negativa, el ego. Cuando la culpabilidad provoca consciente o inconscientemente situaciones o remordimientos repetitivos de sufrimiento. Cuando la exigencia o el exceso de responsabilidad ahoga el presente. Cuando la situación que se vive es muy crítica, por enfermedad o pérdida. Cuando la injusticia te parece tan flagrante que irrita considerablemente.
Todas estas situaciones a veces necesitan un intenso contraste que relativice, y aparezca un reconocimiento de posibilidades no vistas, en un surgir la fuerza del amor, de la esperanza y la paz de la aceptación. Siempre puede haber una posibilidad para minimizar el dolor o sufrimiento.
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