Culpa, Responsabilidad, y Perdón
La culpa es la consecuencia inmediata, y que provoca más sufrimiento de la identificación (el ego), el culpabilizarse y culpabilizar lleva implícito ira, tristeza, y vergüenza. La culpa hacia los demás normalmente es una descarga de nuestra propia culpa. Sentirse uno mejor por criticar y culpabilizar a los demás, descargando nuestro complejo de inferioridad, así parece que uno no se siente tan inferior, es un síntoma de nuestra propia culpa. El buscar un cabeza de turco para descargar nuestra ira acumulada, atacando y culpabilizando, esa ira indica la consecuencia de nuestra propia culpa. La culpa que identifica la maldad para proyectarla sobre alguien, normalmente es nuestra propia idea de maldad en nosotros, posiblemente no totalmente consciente.
Distinguir entre la culpa egocéntrica, de la exigencia de responsabilidad, o la indicación de un error para ser subsanado, es ver la diferencia, entre lo que podríamos decir responsabilidad y culpa. Pues el procurar ser responsables e intentar hacer las cosas lo mejor posible, es muy distinto de la posible carga de vergüenza, ira, y pesadumbre que surge y refuerza el ego (la identificación) culpable.
Todos podemos cometer errores, y normalmente los errores que provocan más sufrimiento, surgen de una mente identificada y muy atormentada, aunque no lo parezca, y las consecuencias suelen ser muy desagradables. El comprender que son infinidad de circunstancias que provocan el egoísmo, y que la autoría personal es muy relativa, y esencialmente es una idea. Eso otorga la posibilidad al perdón y desculpabilización que es verdaderamente una bendición. Comprender correctamente para perdonar y amar, amar para intentar comprender y perdonar. Perdonar para que verdaderamente haya la máxima posibilidad de la liberación del sufrimiento.
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